«A Votar»

Cuando nos encontramos en plena cuenta regresiva para la importante cita electoral de este domingo, queremos dirigirnos a mirandinos y venezolanos con un solo mensaje: hay que votar. 

Y este mensaje va, en primer lugar, para quienes han decidido hacerlo. Para quienes tienen la certeza del poder que hay en este ejercicio de ciudadanía que no podemos abdicar ni renunciar. 

Para quienes vuelcan esperanzas, sueños, ira y dolor en un acto que les permite expresarse y que sin duda será escuchado, leído, tomado en cuenta de una u otra manera, aunque a veces pueda parecer lo contrario. Un acto que genera cambio. 

Somos como ustedes y estamos con ustedes. Los que estamos convencidos de que no solamente se trata de un derecho y de un acto sagrado entre los privilegios ciudadanos que hemos ganado a punta de sangre, sudor y lágrimas. También se trata de un instrumento efectivo para avanzar, aún en las condiciones más adversas y por eso no lo podemos echar a un lado. 

Para los indecisos, para esos que no saben si ejercer su derecho y cumplir con su deber, o abstenerse de hacerlo. A ellos les decimos que las circunstancias se cambian con la acción y que la inacción nunca producirá resultados diferentes ante lo que queremos cambiar. 

A los otros indecisos, a quienes puedan creer aún en una propuesta que ha metido a nuestro estado y al país en un callejón sin salida, les decimos que los resultados hablan por sí solos; que los hechos son incuestionables y los invitamos a empujar un cambio con el poder de su voto. 

Para quienes estén pensando en abstenerse, solamente podemos decir que somos parte de la misma frustración, de la misma rabia; y que por eso tenemos que ser más grandes que la circunstancia en la cual nos sentimos contra la pared. Vamos a hacer algo para cambiarla. 

Para los partidarios del oficialismo, queremos decir que su voto también cuenta y es necesario, vayan y manifiéstenlo, que así es como se construye la democracia que deseamos ver crecer en nuestro país. 

Al día de hoy, han desaparecido las diferencias entre quienes tenemos visiones distintas para alcanzar una nueva Venezuela y todos estamos abocados a la misma tarea: preservar y aumentar los espacios, para que una forma de gobierno alternativa y diferente llegue a nuestras regiones. 

Hemos llegado al día de remar todos en la misma dirección; pero eso sí: tenemos que hacerlo todos. Somos nuevamente uno solo y el objetivo está claro.

Hablamos a quienes tienen la certeza de que hay que ir a votar, a quienes aún dudan, incluso a quienes por una razón u otra hayan decidido no hacerlo. Todos tenemos que movilizarnos, salir de casa y dedicar un día al país, que es lo mismo que dedicarlo a nosotros mismos, a nuestras familias, apostar a que sí hay caminos para la posibilidad de un futuro mejor. 

Nunca nos cansaremos de subrayar la trascendencia de eventos electorales como el que tenemos a la vuelta de la esquina. Y es que con los comicios regionales se legitima un liderazgo orgánico, de base, surgido de las comunidades y con fuertes raíces en las mismas. 

Si queremos cambiar el modelo político y la estructura de poder que han provocado el mayor revés histórico en la vida republicana de Venezuela, hay que hacerlo desde abajo. Estamos ante la ocasión de dar un paso gigantesco en esa dirección. Un paso que tendrá la solidez de provenir desde cada rincón del país y de cambiar el mapa de liderazgo nacional a nuestro favor. 

Pero para eso hay que votar. Y hacerlo en números inequívocos, que no dejen lugar a la menor duda sobre cuál es la voluntad del pueblo. Esa misma que hemos escuchado en cada calle y esquina, durante nuestros recorridos de los últimos tiempos por el estado Miranda, y que sabemos que es la misma en los cuatro puntos cardinales de nuestra patria. 

A los mirandinos, queremos recordarles todo lo que ha hecho la desidia, la indolencia y la irresponsabilidad en contra de nuestro estado. Es la hora de modificar ese estado de cosas, de poner al frente a gente responsable, formada, trabajadora; que le duela esta tierra y que tenga raíces reales en ella. 

Y nuestro mensaje para los venezolanos todos es similar. Nos sentimos apartados del juego político por el desencanto, por las frustraciones, porque intentan que todo se nos ponga cada vez más cuesta arriba y más difícil. Quieren que nos rindamos. 

No les juguemos el juego. Vamos a desmontarlo con la única herramienta que tenemos hoy a mano. El poder que hay en ella lo otorgamos nosotros cada vez que la usamos como debe ser. 

No hay manera de que la voluntad mayoritaria sea derrotada, si creemos en nosotros mismos, si accionamos en la dirección de lo que queremos. Nos vemos en las mesas de votación.

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