Cada vez que veo una persona sin tapaboca o con uno deteriorado mi corazón se entristece.
El uso del tapabocas es el único escudo que tenemos para protegernos. Utilizarlo previene que nos contagiemos y que contagiemos a los demás.
Por eso, todos los días de mi vida recorro un punto de Miranda distinto para entregarle un tapaboca a todo aquel que lo necesite.
En esta ocasión, estuvimos en Petare debajo del elevado que conduce hacia Palo Verde.
Mañana volveremos a otro punto de Petare para seguir ayudando y sirviendo a la comunidad.
David Uzcátegui.