Cuando el mundo alcanzó ya en tiempo récord varias vacunas para el temible COVID-19, la aparición de nuevas cepas de la enfermedad hace peligrar el éxito de una guerra que hasta hace pocos días se consideraba ya ganada.
Esta semana se supo que científicos brasileños detectaron una nueva variante en la ciudad de Belo Horizonte y la Región Metropolitana.
Esto sucede en medio de la alarmante situación sanitaria que atraviesa el país, ante el aumento de casos y muertos por el coronavirus.
Según las autoridades, esta nueva cepa presenta una combinación de 18 mutaciones. Algunas de ellas compartidas con las variantes brasileñas P1 (originada en Manaos) y P2 (Río de Janeiro), así como con la sudafricana (B.1.1.351) y la británica (B.1.1.7). Así lo informaron los científicos que hicieron el descubrimiento, pertenecientes a la Universidad Federal de Minas Gerais.
La aparición de esta variante en el país vecino aumenta las preocupaciones de las autoridades, ya que todas esas cepas han demostrado ser más infecciosas y agresivas que la original.
Cabe recordar que Brasil atraviesa un momento difícil por la cantidad de muertes y contagios registrados. El aumento de personas fallecidas por COVID-19 pronto superará lo peor de la ola récord de enero en Estados Unidos. El número total de fallecidos en Brasil desde que inició la pandemia solo es superado por EEUU.
Los estadounidenses han reportado unos 550 mil muertos; mientras, según los datos del Ministerio de Salud de Brasil, ya son casi 330 mil las personas que perdieron la vida allá a causa del virus.
Según los expertos, las nuevas variantes más contagiosas, el colapso de los centros médicos y la falta de medidas de bioseguridad podrían ser una bomba de tiempo.
También en la localidad española de Andalucía, el presidente de su Junta, Juanma Moreno, dio a conocer el hallazgo de otra variante diferente a las conocidas y aún sin nombre.
En medio de este escenario, tenemos que volver la vista nuevamente hacia las vacunas. Y si bien hay que reconocer el esfuerzo titánico de hombres de ciencia y gobiernos, que han accionado en tiempo récord y han permitido una distribución asombrosamente rápida, lo cierto es que la humanidad está embarcada en este momento en una carrera contrarreloj.
La pregunta es quién ganará este pulso entre las nuevas cepas, que lucen incluso más agresivas, y los planes masivos de vacunación.
Por ejemplo, en Estados Unidos, el presidente Joe Biden anunció que todos los niveles de distribución de vacunas se cubrirían, lo que permitiría el inmediato acceso a las mismas a cualquier persona mayor de 18 años en la nación.
La nueva administración alcanzó su meta de los 100 millones de vacunados en el día 58; por lo cual subió el objetivo para el día 100 de su gobierno a 200 millones.
Sin embargo, la distribución de las vacunas en el país norteño ha seguido encontrando cuellos de botella: desde disponibilidad limitada hasta problemas en el acceso a la misma; pasando por las dudas que tiene mucha gente sobre sus posibles efectos secundarios, por lo cual se niegan a vacunarse.
Además, el acceso limitado a internet de algunas comunidades vulnerables, ha limitado el acceso a la vacuna para muchos que la necesitan.
Mientras tanto, la variante o mutación, conocida como la B117 del Reino Unido, más contagiosa y virulenta que su predecesora, podría convertirse en la cepa dominante en el venidero verano estadounidense.
A esto, hay que agregar el comportamiento de la economía mundial, íntimamente ligado a la confianza o desconfianza que despierte el escenario del coronavirus, según se avance con la vacunación o se descubran otras cepas.
Pocos días atrás, los estadounidenses conocían el incremento en las expectativas de crecimiento para su país este año; así como un alza en los indicadores de Wall Street, ligado todo al intenso plan de vacunación.
Sin embargo, ya en Chile se anunció que la propagación de nuevas cepas traería volatilidad al mercado del cobre, que hasta ahora se ha visto favorecido por las expectativas de una recuperación económica global. Así lo dijo al servicio de noticias Reuters un alto ejecutivo de la estatal Codelco. El valor del cobre había tocado máximos de una década en 2021 y subió nuevamente esta semana, después de que el mayor productor global del metal endureció restricciones por un alza en las infecciones por COVID-19; a pesar de tener uno de los planes de vacunación más rápidos del mundo.
Mientras tanto, en Venezuela seguimos siendo testigos impotentes del mayor drama que ha enfrentado el mundo en nuestra generación. Es innegable la actual escalada de casos en nuestra tierra; mientras la vacunación, nuestra única esperanza, continúa en suspenso por ganas de buscarle la quinta pata al gato. Dios nos agarre confesados.